
En este sentido, evaluar la situación concreta e intentar leer desde qué lugar se hace el comentario (desde la genuina intención de ayuda, desde una posición de crítica destructiva…) hace la diferencia al momento de dar una respuesta verbal y emocional a estas situaciones. En algunas ocasiones, la sensación de intromisión por parte del otro tiene que ver con nuestra propia exigencia o inseguridades. Si podemos evitar sentirnos amenazados por eso que entendemos como crítica insistente y, en su lugar, aceptarla con paciencia y gratitud, nuestras vidas pueden transformarse. Profundicemos en ello…