
Lo cierto es que, después de un
largo periodo de esfuerzos en distintos niveles y roles, las vacaciones de
verano han de ser una pausa para recargar energías y conectar a nivel familiar
en contextos distintos a los habituales. Es por ello, que nos gustaría
reflexionar sobre algunos puntos que pueden ser de utilidad para que el verano
no termine siendo una época de desgaste y desencuentros entre padres e hijos.
Aquí algunos apuntes a tener en
cuenta: